Conmemoramos uno
de los hechos más emblemáticos de la historia reciente de la Argentina, en el
que se ven trágicamente combinados el heroísmo, el sacrificio y el amor a la
Patria. Un día como el de ayer, pero de 1982, se iniciaba la Guerra de
Malvinas, un conflicto bélico plagado de desventuras personales, errores
políticos, ignorancia diplomática e improvisación militar.
Recordamos esta gesta patria: palabras alusivas a cargo de la profesora María Silvia Fernández.
La Marcha de Malvinas dice:
“Ni de aquellos horizontes Nuestra enseña han
de arrancar,
Pues su blanco está en los montes Y en su azul
se tiñe el mar”
Como todos los años, el 2 de abril rendimos
justo homenaje a los ex combatientes de la Guerra de Malvinas; pero también
conmemoramos fundamentalmente la vigencia de nuestra decisión de recuperar
estas islas como parte de nuestro territorio.
En el año 1982 un gobierno de facto en
decadencia, que había cometido las más grandes atrocidades y, además, había
desguazado el país destruyendo la producción nacional aprovechando la
inexistencia de instituciones, llevó a cabo una guerra sin destino que
sacrificó la vida de verdaderos héroes que pelearon en condiciones desiguales.
Se hizo un uso imperdonable de una causa
justa, profunda, sentida por el pueblo argentino.
Duró 74 días, una guerra más bien breve en
términos históricos, pero fueron suficientes para que murieran 629 hombres, y
eso fue solo el comienzo de una herida que no cierra.
Más de 450 ex combatientes de Malvinas se
quitaron la vida tras la guerra. Algunos no soportaron la indiferencia y la
falta de reconocimiento de la sociedad y de las propias fuerzas a las que
pertenecieron, al no brindarles ayuda económica, médica ni psicológica cuando
verdaderamente lo necesitaron.
Pero también debemos recordar a aquellos que
lograron sobrevivir a semejantes circunstancias y están entre nosotros,
despertando cada día, llenos de sueños por cumplir. A quienes acompañaron y
acompañan a nuestros héroes: esposas, padres, hijos, nietos. Todos son parte de
este dolor.
Seamos conscientes de que estamos en deuda con
cada soldado de nuestra patria que derramó su sangre en las islas.
Muchas gracias
Los alumnos de 3° año II división y de 5°
año EM le acercaron algunas preguntas al excombatiente de Malvinas Daniel
Comillas, quien tuvo la amabilidad de responderlas. Por cuestiones de salud,
sólo pudo hacerlo de manera escrita, por lo que fueron leídas por el profesor Reyes,
Nicolás.
La alumna de 5° año EM María Paz Santiago Márquez leyó un poema del excombatiente chubutense Gustavo Caso Rosendi, quien expresa en sus líneas el sentimiento de pérdida tan común en ocasiones de guerra.
Cuando cayó el
soldado Vojkovic
dejó de vivir
el papá de Vojkovic
y la mamá de
Vojkovic y la hermana
También la
novia que tejía
y destejía
desolaciones de lana
y los hijos
que nunca
llegaron a
tener
Los tíos los abuelos los primos
los primos
segundos
y el cuñado y
los sobrinos
a los que
Vojkovic regalaba chocolates
y algunos
vecinos y unos pocos
amigos de
Vojkovic y Colita el perro
y un compañero
de la primaria
que Vojkovic
tenía medio olvidado
y hasta el
almacenero
a quien
Vojkovic
le compraba la
yerba
cuando estaba de guardia
Cuando cayó el soldado Vojkovic
cayeron todas las hojas de la cuadra
todos los gorriones todas las persianas.
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