Desde
la Biblioteca Demarco Angel le deseamos para el 2015, que los sueños se puedan
convertir en realidad, que la familia se una, que reciban las caricias de quien
los ama, que se ilumine cada hogar, cada calle, cada ruta, cada escuela, cada
comunidad, que la noche sea clara, que las estrellas brillen como nunca y que
tarde un poco más el alba…
Que el alma de cada uno siga limpia y pura, que no bajen los
brazos nunca, que puedan abrir los ojos y puedan disfrutar de cada día que la
vida nos regale…porque ya la vida misma es un regalo…
que puedan abrir el corazón a los amigos, a los que necesitan de
una mano, que puedan querer lo espiritual por sobre lo material, que cada uno
de nosotros es millonario, solo basta con mirar a nuestro alrededor para darnos
cuenta de cuanto tenemos y que tal vez no valoramos…
Que
el ruido que escuchemos sea de cascadas de agua, del viento acariciando nuestra
cara… que tengan ganas de hacer lo más quieran, que griten, que lloren, que
rían y que se asombren de cosas nuevas que ven cada día… que sueñen cada día,
cada noche, que vuelen hasta su infancia, que recuerden aquel primer juguete, y
aquellas primeras gracias…
Nuestras fiestas deben ser el espejo donde mirarnos y ese espejo
está adelante.
Miremos para adelante sin olvidar nuestros recuerdos que están
ahí en nuestra memoria. . Hagamos a nuestros jóvenes y a nosotros mismos el
regalo de unas fiestas y de un 2015 dignos de ser recordados.
Porque propongamos entre todos un 2015 de grandes logros y lleno
de muchas vidas con buenas cosas, que compartamos nuestras ambiciones, esas
pequeñas locuras, deseos de hacer el bien sin importar a quien, con cada persona
que se cruza en nuestro camino, que cada uno demos lo mejor, así tendremos niños,
adolescentes, jóvenes, y adultos más felices!!.
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