lunes, 23 de mayo de 2016

Alumnos y docentes organizan actividades, carteleras y videos en la Semana de Mayo

Recordando el nacimiento de nuestra Patria:
La docente Estela Mina, organiza el acto con los alumnos de 2do año elaborando un video y una de las carteleras,  también participan de esta actividad la bibliotecaria Eleonora colaborando y la docente Carina Sánchez con su alumnos de 3ro y 1er año.

Semana de Mayo:
Los historiadores se preguntan constantemente acerca de cuáles son las causas de los hechos.
En la historia que estudiaban nuestros padres o abuelos, las causas de los hechos, muchas veces, se reducían a los pensamientos, ocurrencias, aciertos, errores o arrebatos de un hombre o de un pequeño grupo de ellos. Eran los hombres importantes, los próceres, los únicos protagonistas de la historia. 

Esta mirada de la historia cambió. También cambiaron las preguntas que hacen los historiadores respecto de las causas de los hechos históricos. Preguntan sobre las distintas dimensiones de la realidad: la económica, la política, la social y la de las mentalidades, es decir, las creencias, saberes, actitudes o valores de hombres y mujeres. Cuando se toman en cuenta estas diferentes dimensiones, las explicaciones históricas resultan multicausales. 

Los historiadores discuten acerca de la importancia y el origen de las distintas causas; se preguntan:
¿Serán más importantes las causas de tipo económico o las políticas?, ¿acaso serán más importantes las sociales?
La Revolución de Mayo tiene una multiplicidad de causas. Algunas están relacionadas con sucesos americanos, otras con hechos ocurridos en España; algunas son de tipo económico, otras de origen social. A continuación, les proponemos identificar las múltiples causas de la Revolución de Mayo.
ü Después de las invasiones inglesas, en la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, los comerciantes monopolistas y los peninsulares continuaron ocupando la mayoría de los cargos públicos. Pero los criollos quedaron a cargo de las milicias que se habían organizado para defender la ciudad en 1806 y 1807.
ü Desde 1808, fue creciendo el descontento entre los criollos, que pretendían organizar un gobierno autónomo y practicar el comercio libremente. Finalmente, en mayo de 1810, un grupo de criollos porteños encabezó un movimiento con el propósito de asumir el gobierno del virreinato.
ü El 14 de mayo de 1810 llegó al puerto de Buenos Aires una fragata inglesa que traía periódicos que informaban que la Junta Central de Sevilla había caído ante los franceses. En España, esta Junta había asumido la autoridad política desde que el rey Fernando VII había sido tomado prisionero por Napoleón y obligado a abdicar.
ü La novedad desencadenó un proceso revolucionario que grupos de criollos preparaban desde hacía tiempo en cafés y en regimientos.
ü Los criollos solicitaron al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros la realización de un “cabildo abierto”. Esta era una acción prevista en el derecho español de la época: cuando el trono se encontraba vacante, la soberanía (es decir, la autoridad política) volvía al cabildo.
ü Cisneros no estaba de acuerdo con la convocatoria al “cabildo abierto”, pero no pudo impedirla. Fueron invitados cuatrocientos cincuenta vecinos, seleccionados entre la “gente decente” de la ciudad. Solo concurrieron doscientos cincuenta y uno.
ü El 22 de mayo, el “cabildo abierto” debatió acerca de si el virrey debía cesar, o no, en sus funciones. Afuera, en la plaza, Domingo French y Antonio L. Beruti encabezaban la “Legión Infernal” y esperaban las novedades.
ü El obispo de Buenos Aires, Benito Lué, sostuvo que mientras hubiera un español en América, a ese español los americanos debían obediencia.
ü Juan José Castelli, uno de los criollos que integraba el grupo de revolucionarios, respondió afirmando que las colonias pertenecían a la Corona y no a los españoles. Y que, por lo tanto, estando el rey prisionero, la autoridad volvía al pueblo. Y que era el pueblo el que, por medio del voto, debía elegir el nuevo gobierno. El fiscal de la Audiencia de Buenos Aires, Genaro Villota, sostuvo entonces que Buenos Aires no tenía derecho a decidir, por sí sola, una cuestión tan importante y que debía consultar a las otras ciudades del virreinato.
ü El abogado Juan José Paso, quien también integraba el grupo de revolucionarios, respondió diciendo que la situación era muy grave, y que como capital virreinal, Buenos Aires podía tomar medidas urgentes con carácter provisional y consultar después a las ciudades del interior.
ü Cornelio Saavedra, criollo y jefe del Regimiento de Patricios, dijo entonces que el virrey debía cesar en el mando y que el Cabildo debía asumir el gobierno de la colonia.
ü El 24 de mayo el Cabildo designó una junta de gobierno integrada por dos criollos y dos peninsulares y presidida por el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los criollos que controlaban las milicias no aceptaron esta decisión y los miembros de esta junta tuvieron que renunciar.

ü Con el apoyo de las milicias urbanas, el 25 de mayo los criollos impusieron al Cabildo una nueva junta de gobierno presidida por Cornelio Saavedra.

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