domingo, 18 de agosto de 2019

Recordando al General José de San Martín...


El día 16 de agosto en un pequeño acto en la escuela se recordó un nuevo Aniversario de la Muerte del General José de San Martín,
Cartelera preparada por alumnos de 4to año junto a la docente Noelia
Gonzáles en biblioteca. 
alumnos de ambos turnos junto a sus docentes Arzani, Reyes, Nicolás y González, Noelia prepararon el acto con diferentes actividades: vídeos, palabras alusivas, carteleras y frases del general que invitan a la reflexión.

Recordemos al general:
EL SAN MARTÍN QUE NO CONOCEMOS.
Su comida preferida era el asado, que casi siempre comía con un sólo cubierto: el cuchillo. Era muy hábil en comer así. Solía morder un pedazo de carne, y como los paisanos, cortaba el sobrante con un cuchillo afilado. ¡Había quienes se maravillaban que no se cortará la nariz!
No le gustaba el mate. Pero era un apasionado del café. Y como era muy "pillo", conocedor íntimo del alma del soldado, para no "desairar" a sus muchachos, tomaba café con mate y bombilla.
Conocía mucho de vinos. Y podía reconocer su origen con sólo saborearlo.
Era un empedernido fumador de tabaco negro, que el mismo picaba, para luego prepararse sus cigarros.
Era muy buen jugador de ajedrez, y realmente era muy difícil ganarle.
Se remendaba su propia ropa. Era habitual verlo sentado con aguja e hilo, cosiendo sus botones flojos o remendando un desgarro de su capote, el cual, abundaba de ellos.
Usaba sus botas hasta casi dejarlas inservibles. Más de una vez las mandaba a algún zapatero remendón, para que les hagan taco y suela nuevos.
Predicaba con el ejemplo. 

El mismo enseñaba el manejo de cada una de las armas, como lo atestiguan las melladuras del filo de su Corvo, inigualable instrumento de enseñanza de la esgrima. Y jamás, daba una orden a sus subordinados, que él mismo no pudiera cumplir.
Su palabra era santa, y para sus hombres era ley.
Era muy buen pintor de marinas
. Él mismo decía que si no se hubiera dedicado a la milicia, bien podría haberse ganado la vida pintando cuadros.


Era muy buen guitarrista, habiendo estudiado en España con uno de los mejores maestros de su época.
Hablaba inglés, francés, italiano, y obviamente español, con un pronunciado acento andaluz.

Tenía la costumbre de aparecerse por el rancho, y pedirle al cocinero que le diera de probar la comida que luego comería la tropa
. Quería saber si era buena la comida de sus muchachos. Y allí mismo, en la cocina, la comía de parado.
Luego de comer, dormía una siesta corta, de no más de una hora, para luego levantarse y volver al trabajo.


Aquella famosa frase Sanmartiniana que dice: "De lo que mis Granaderos son capaces, sólo lo sé yo. Quién los iguale habrá, quién los exceda, no", originalmente era "De lo que mis muchachos son capaces...".
En Campaña, era el último en acostarse, después de cerciorarse que todos los puestos de guardia estuviesen cubiertos, y el resto de la tropa descansando. Y para cuando empezaba a clarear el sol en el horizonte, hacía rato que el General contemplaba el alba.
El 17 de agosto se cumple un nuevo aniversario del deceso del General San Martín, el Libertador de América. En Argentina se le reconoce como el “Padre de la Patria”. En Perú, se lo recuerda libertador de aquel país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. En Chile su ejército lo ha destacado con el grado de Capitán General.

Pero más allá de su gesta libertadora, San Martín es una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional.
A partir de su célebre figura y heroico proceder, se construye esa gran narración que nos explica como país. Por eso, rememorar su vida a partir de un nuevo aniversario de su muerte es recordar ese relato que escuchamos en los actos escolares de nuestra infancia, esa gran narración que nos conformó como comunidad y que debemos pensar y reconsiderar en nuestro camino hacia una patria justa, libre y soberana.

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